Tuesday, June 30, 2020

Una opinión


Una gota no hace al océano, pero forma parte de este, y así será esta opinión, que viene de quien se las reserva; porque todo hay que decirlo, es la experiencia la que me ha apartado de toda empresa política del exilio cubano. Esta vez sin embargo, había un elemento nuevo, que era la estrategia evidente en que se combinaron todos; siquiera por eso habría valido la pena, al ver a toda la disidencia activarse en forma coordinada y no desmoralizándose unos a otros.

Más grande aún que eso, fue la oportunidad, presentada por la misma arrogancia del gobierno cubano; que goloso ante la crisis interna de los Estados Unidos, desplegó oportunista si engañosa solidaridad, avivando el fuego. Funcionó como un aviso del réferi para que los atletas se pusieran en sus marcas, prestos para el listo; fue una organización espontánea y total, en la que ni siquiera importa quién tuvo la iniciativa primera.

Alguien puede haber tenido esperanzas de un espectáculo final, con demostraciones masivas de repudio al régimen; pero eso es ilusorio, y no porque el sentido estuviera en apenas volver a poner en evidencia al sistema cubano; sino porque ya se hace abiertamente, la convocatoria funciona en su totalidad, y todos responden. Eso, luego de una tradición ininterrumpida de insultos y descalificaciones mutuas, justificando las burlas del régimen; tanto que en su momento hasta descarriló un proyecto enorme en sus alcances como el Varela, que difícilmente se consiga de nuevo.

Probablemente sea hora de respetar a los que ponen la espalda, y dejar de ponerles pautas y alimentar expectativas; harán lo que puedan y en la medida en que puedan, porque como ya se ha visto, están solos en su lucha. Cualquiera que sea el proceso, va a tener el ritmo que ellos le puedan imponer, y está bien que así sea; por lo pronto, lograron el consenso entre sí para actuar, sin siquiera pensar en sus muchas diferencias.

Eso es bueno, porque sólo desde ahí podrán crear ese respeto mutuo, por el que luego podrán esperarlo de los demás; desde ahí es que van a conseguir la legitimidad, no de la supuesta evidencia de la maldad del régimen, que bien paga su propia legitimidad. Entre las cosas vistas, pocas fueron las voces que desacreditaran a los grupos de negros por su énfasis racial; eso ya es respeto, reconocimiento de sus propios intereses individuales, y apertura para una colaboración efectiva.

Como ese elemento respecto a los negros hubo otros, nadie cuestionó a Tania brugueras, tan popular como polémica; y así muchísimos más, a todos se alentó desde el exilio, que estuvo pendiente de los acontecimientos, como corresponde. Si eso no es ganancia, es que nadie ha visto lo que hasta ayer mismo hubo y no vale la pena explicar lo inexplicable; fuera de eso, quizás todavía no se entienda, pero esa oposición se hizo más respetable y consistente, lo demuestra la inmensidad del operativo en su contra.

Entre la ganancia de contra, la evidencia contra esos intelectuales que todo lo critican pero no hacen nada; que no pueden esconderse tras el silencio como el hombre común, porque ellos sí se manifestaron por lo que pasa en Estados Unidos. Ese retraimiento ante lo que pasa en su propio país, es la evidencia más grande de su vacuidad y lo poco necesario que son; eso y el otro silencio, más culpable aún y más ruidoso también, de los que viviendo en la diáspora todavía rinden pleitesías.

No comments:

Post a Comment