La identidad nacional es un concepto de origen y naturaleza religiosos,
dirigido a organizar las costumbres en un código (moral); y que sería
exacerbado con la peculiaridad en que surge la cultura judía, como cláusula de
exclusividad en un contrato con Dios. Debería destacarse esta peculiaridad en
que surge la cultura judía, en tanto apoteosis tecnológica de la cultura
aplicada a lo político; que no surge de un modo natural y espontáneo sino como
un propósito de mejoramiento artificial, con la manipulación de condiciones
especiales. Esta peculiaridad explicaría el extremo segregacionismo judío, y
sería a su vez la base del nacionalismo excepcionalista moderno; que se habría
comenzado a gestar como capacidad exponencial de las determinaciones políticas,
a partir del universalismo religioso; que desde aquella exacerbación en que
diera lugar a la identidad judía como un producto (artificial) de la cultura,
sería repotenciado con el mesianismo cristiano a partir de San Pablo. La prueba
de eso estaría en el caso musulmán, que surgiendo también de la exacerbación
judía, no evoluciona sin embargo a una apoteosis mesiánica; sino que
desprendiéndose de una escuela interpretativa cristiana más conservadora (nestorianismo)
se dirige a una simple renovación del contrato original, según el
modelo profético tradicional de Moisés.
En ese
sentido, las contradicciones entre los santos Pedro y Pablo reflejarían esta
crisis de principios; en la que a la cabeza de la tradición, el esfuerzo de
Pedro ...
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